lunes, 31 de marzo de 2008

El cielo a tus pies

Estuvimos abrasados bastante tiempo como para que las sensaciones y las vibraciones empezaran a florecer. Era extraño sentía algo muy rico estando entre sus brazos, no tenia escapatoria ya estaba atrapada ahí.

-Gracias- Dije alejándome de sus brazos de los que no quería separarme. Él sólo sonrío.
-De nada- Dijo mirándome fijamente a los ojos y sonriendo, Tenia dientes parejos y pequeños.
-Te sientes mejor o quieres que llame a alguien?.
Sonreí.-Eh no, no te preocupes ya me siento mejor, gracias-
Miró su reloj de mano y sonrío.-Me tengo que ir, lo siento me encantaría quedarme aquí contigo, acompañándote pero… -
-No por favor anda. Eh bueno no se como agradecerte-
-Con nada, con que estés bien me basta. Bueno me voy, cuídate okey?- Me tomo la mano y me hizo temblar hasta el alma.
-Okey. Adiós- Me beso la mejilla y se esfumo entre las calles.

Prendí un cigarro y empecé a caminar en dirección a la universidad. Cuando llegué encontré a mi amiga Mariana llorando a la salida del baño.

-Mari, ¿Qué paso? ¿Por qué lloras?- Le pregunte preocupada.
-No nada, no te preocupes- Me dijo limpiándose las lagrimas.
-¿Pero como que nada? niña estas llorando, a mi no me engañas, vamos cuéntame que paso.
-Es que Juan Pablo termino conmigo porque ya no me ama. Yo me entregué por entera ¿entiendes a lo que me refiero?- Me miro con cara de pregunta.
-Si entiendo, pero no me digas …-
-Sí tengo atraso. No se que voy hacer si quedo embarazada y ahora el se va de mi lado- Y comenzó a llorar desconsoladamente. Entre sollozos solo escuche- ¡Yo lo amo!

La saque de ahí de inmediato, ella sabía que se había equivocado, él no era para ella y lo sabía. Juan Pablo era la persona mas repugnante de la tierra, un imbécil con todas sus letras.

Cuando íbamos saliendo lo vi. Creí que el mundo se me caía en los hombros, sentí que un montón de piedras cayeron sobre mi, la angustia volvía y mil recuerdos volvían a sonar en mi cabeza las veía como una película. Aquella persona que no quería recordar ¡me estaba buscando a mi! ¿Qué diablos quería despúes de tantos meses?.

domingo, 30 de marzo de 2008

Abrazo

Abro los ojos, miro al techo nada como siempre. Creo que ya es de mañana esta aclarando afuera y mis pies se congelan no es raro siempre cuando esta amaneciendo los tengo fríos. Me levanto voy al baño (como todas las mañanas) me miro al espejo estoy mas ojerosa que de costumbre pienso que debe ser el resfrío que pesque el otro día conversando en el pasto húmedo. Desayuno. Micro. Metro. De pronto siento una mano cálida en mi hombro.

-¡Hola!- Dijo ella, no sabía quien era, aunque me era un tanto familiar.
-¿Hola?- Dije con una cara muy chistosa al parecer porque ella se largo a reír.
-Jajaja ya veo que ni si quiera me recuerdas- Tenia una sonrisa pepsodent.
-Eh no- sonreí nerviosamente ¿y si era una psicópata?.
-Soy la Marta Larraín, la época de colegio ¡oye! No puedes haberme olvidado tan rápido éramos buenas amigas.
-¿Marta? ¿Eres tú? Pero ¿cómo estay? ¡¡Tanto tiempo ingrata!!- Todo el mundo volteaba a mirarnos estábamos gritando y saltando.
-Si soy yo jaja no me reconociste. Me bajo en la siguiente, pero te llamo para que nos juntemos. Chao.- Nos despedimos eufóricamente.

Era increíble a pasado un montón de tiempo sin verla, desde mi graduación de cuarto medio y ya estoy en tercer año de ingeniería.

Iba en dirección a la universidad pero no tenia ganas de entrar a clases estaba extraña me sentía demasiado rara nostálgica, melancólica con deseos de llorar no estaba entendiendo bien que me pasaba solo recuerdo el sueño de la noche anterior con aquella persona que no tenia ganas de recordar. A si que me senté en la banca de una plaza, mire hacia el cielo y empecé a dibujar con las nubes, sin darme cuenta las lágrimas empezaron a correr por mis mejillas. Empecé a sentir que alguien me miraba, una mirada muy potente, pero no le tome mayor importancia cuando de pronto apareció un muchacho, yo no lo conocía, el solo se sentó a mi lado y me abrazo, yo no sabía que estaba haciendo pero lo abrace fuertemente, era lo que mas necesitaba en ese momento, un abrazo.